Publicado el: 3/8/15 |
Carmen Agüero de Dios, Nutriservicios,
El factor Eficiencia de la Cerda se centra en el uso eficiente de nuestro personal laboral, de nuestro sistema reproductivo y de unos costes de alimentación por lechón ajustados. Estos artículos han sido redactados por nuestros expertos para ayudarle a mejorar la Capacidad de Destete de su estructura productiva. Carmen Agüero de Dios describe en este artículo cómo el control de nuestros costes de alimentación puede mejorar la rentabilidad final de nuestro sistema desde ya.
EL COSTE DE ALIMENTACIÓN POR LECHÓN COMO FACTOR CLAVE PARA LA EFICIENCIA DE LA CERDA
Los precios de las materias primas han alcanzado máximos históricos, y es razonable esperar que se incrementen aún más en el futuro. Como resultado, el sector porcino viene prestando cada vez más atención a los costes de producción, lo que ha llevado a un esfuerzo constante en la mejora de los datos de eficiencia alimenticia. Como el consumo de pienso alcanza su pico máximo en la fase de cebo, es natural que esta sea la primera fase en la que centremos nuestra atención al pensar en cómo mejorar la eficiencia en alimentación en nuestra granja. Pero, ¿Estamos subestimando otros puntos potencialmente importantes de eficiencia en la fase de madres, o lo que es lo mismo, respecto a Capacidad de Destete?
En un informe sobre los costes de producción del sector porcino elaborado por SIP Consultors en enero de 2011 se puede ver como el coste de alimentación representa un 70 % de los costes de producción por kilogramo de peso vivo en España, frente a un 61 % en Dinamarca, un 59 % en Francia, un 63 % en Alemania y un 60 % en Holanda. El consumo de pienso por cerda representa alrededor de un 10,5 % de los costes por kilogramo de peso vivo y un 30 % de los costes de producción por lechón destetado de 18 kg (39,7 lbs.). A pesar de su gran importancia, el índice de conversión en la fase de cebo no es el único factor que debemos tener en cuenta. Si nuestro objetivo es incrementar al máximo la Rentabilidad Total del Sistema, es también fundamental tener en cuenta la eficiencia alimenticia de las madres.
Hace más de una década que las pruebas sobre eficiencia alimenticia son tenidas muy en cuenta en el programa de selección de las líneas maternales Hypor. En el caso de la Libra, el consumo de 1000 kg (2204,6 lbs.) de pienso por cerda y año durante la gestación/lactación es un objetivo razonable. Podemos también analizar este objetivo en cuanto al número de lechones destetados: unos 40 kg (88,2 lbs.) de pienso por cerda, por lechón destetado es un objetivo alcanzado en muchas explotaciones con genética Hypor. En la tabla que se muestra a continuación, se pueden observar las diferencias en cuanto a los costes por lechón y por cerda basados en diversos niveles de consumo de pienso por cerda y según resultados de producción (SIP Consultors 2011)
De cara al futuro: Los productores están cada vez más obsesionados con la eficiencia. Hoy en día, para hacer frente a los costes de producción y obtener un margen razonable de beneficios es necesario lograr unos buenos resultados de producción. La labor de los veterinarios –sobre todo de los que trabajan en el campo de la genética- se centra (y se centrará cada vez más en el futuro) en lograr la máxima expresión del potencial genético de los animales.
Además de utilizar las líneas maternales diseñadas más eficientes desde el punto de vista de la alimentación, existen prácticas relacionadas con el manejo que pueden contribuir al ahorro de pienso y una optimización de la producción. Entre ellas cabe destacar las siguientes:
Consistencia productiva
Mejorar la productividad puede llevar también a una disminución de los costes de alimentación de las madres por lechón producido. A este respecto, es esencial gestionar adecuadamente factores como la eficiencia reproductiva, los días no productivos y la longevidad de las reproductoras. Si pensamos en el tema de la longevidad, por ejemplo, hay que tener en cuenta cuánto pienso consume una nulípara hasta su edad reproductiva que se acaba eliminando de forma prematura, o el incremento de los costes de alimentación por mantener cerdas de muchos ciclos, para suplir las eliminaciones prematuras de esas cerdas más jóvenes.
Sistemas de alimentación
Cuando se utilizan sistemas automatizados de distribución del pienso, es importante asegurarse de que tanto los conductos de alimentación como los comederos en sí están diseñados de manera que se produzca el menor desperdicio de pienso posible. Cuando hablamos de pienso distribuido durante la gestación, es fundamental asegurarse de que, en caso de que el pienso se administre en un comedero con un nivel de agua constante, este nivel no llegue a ser tan alto como para que las cerdas puedan empujar fácilmente el pienso fuera del comedero. El pienso en pasillos, bajo los silos, en circuitos de alimentación o en sistemas tipo foso supone el desperdicio del mismo. Por ello, una de las rutinas principales en nuestra explotación debe ser el mantenimiento de comederos o dispensadores de pienso. Una de las mejores inversiones que podemos hacer es reparar o sustituir los comederos dañados o averiados.
Temperatura ambiente
El rango de temperatura para garantizar el confort térmico de una cerda gestante oscila entre los 16 °C (60,8 °F) y los 26 °C (78,8 °F), según Marco i Collell. Por debajo de estos valores aumenta la probabilidad de que las cerdas consuman más pienso, sin que ello repercuta lo más mínimo en cuanto a la productividad. Por encima de estos valores, se corre el riesgo de que disminuya el consumo de pienso, con el consiguiente impacto negativo en la productividad (repeticiones, abortos, etc.).
Alimentación durante la lactación
Existen numerosas recomendaciones sobre curvas de alimentación, pero todas ellas comparten el objetivo de maximizar la ingesta de pienso durante la lactación. Es importante alcanzar el nivel máximo de ingesta lo antes posible, y aún más en periodos cortos de lactación. Lograr una ingesta elevada de pienso durante la lactación no solo beneficia el peso de la camada y la condición de la cerda en el momento del destete, sino que también influye en la productividad de la cerda durante el ciclo siguiente (1987, G.R. Foxcroft: «el estado metabólico de las madres lactantes»). Entre los factores clave para lograr el nivel máximo de ingesta durante la lactación de manera eficiente podemos citar los siguientes:
• Aumentar la curva de alimentación a partir del día del parto.
• Mantener el pienso lo más fresco posible. Si distribuimos cantidades pequeñas y regulares en los comederos, obtendremos no solo unos mejores niveles de ingesta, sino también un desperdicio mucho menor.
• Mantener la temperatura ambiente por debajo de los 20 °C (68 °F).
• Ofrecer pienso húmedo, lo que aumenta el consumo.
Reducir los costes de alimentación por lechón destetado puede influir de una manera muy importante sobre el balance final de nuestra explotación. Lograrlo empieza por seleccionar reproductoras para alcanzar un alto nivel de eficiencia alimenticia, y continúa mediante el establecimiento de unas pautas de manejo razonables, un mantenimiento rutinario de los sistemas de alimentación, etc. Por suerte esta es un área en la que cuanto mayor sea el esfuerzo, mayor será la recompensa. Si quiere maximizar la eficiencia de sus cerdas, consulte ‘online’ los otros artículos sobre este tema: Eficiencia del personal laboral y Eficiencia Reproductiva.
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