Cuando la temperatura ambiental se sitúa fuera de la zona de confort o termo-neutral para los cerdos, aparecen las situaciones de estrés calórico.
Las altas temperaturas impiden a los animales regular su temperatura interna para mantenerla dentro de límites que permitan índices satisfactorios de producción y de reproducción.
Para todos los mamíferos es posible definir una zona de bienestar térmico. Más allá de esta zona, la evaporación de los líquidos corporales permite regular la temperatura corporal a medida que la temperatura exterior aumenta. El incremento de la evaporación cutánea se obtiene por la emisión de sudor, a nivel de las glándulas sudoríparas, y de la evaporación respiratoria por el incremento de la frecuencia respiratoria.
En el caso del cerdo, la capa de grasa limita el funcionamiento de las escasas o casi nulas glándulas sudoriparas, y los aparatos respiratorio y cardiovascular, que son relativamente pequeños en cerdos de nuevas genéticas, limita el aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria, por lo tanto, la cantidad de líquido que puede evaporarse está limitada. Su único mecanismo verdaderamente eficiente para disipar el calor es mediante convección (disipar el calor por contacto directo) al estar en áreas más frescas como: presencia de charcas, aireadores húmedos, nebulizadores (“foggers”) y piso de cemento.
Sin embargo, en condiciones naturales la situación no es tan simple. La temperatura a la que se ven sometidos los animales depende por un lado de la temperatura ambiente, de la radiación solar o de la humedad del aire que pueden acentuar la carga térmica; y también de la circulación del aire o de las bajas temperaturas nocturnas, que pueden aligerarla. Sin embargo no todos los animales responden de igual manera a las mismas temperaturas; las razas autóctonas son generalmente más resistentes o están más capacitadas para adaptarse al medio ambiente.
La temperatura corporal del cerdo no es tan estable como en otros animales, esto pone en relieve la necesidad de proporcionarle medios para que regule la temperatura de su cuerpo en condiciones extremas de temperatura ambiental (agua y sombra para elevadas temperaturas y calor en época de frío).
Para reducir el estrés por calor se tienen que tomar acciones de manejo, con base en los siguientes parámetros:
• Superficies mínimas útiles (Normativa de Bienestar Animal; Abaigas A. 2008) para el confort de los animales:
• Asegurar un
adecuado suministro de agua fresca durante todo el día a todos los
cerdos. Para ello es imprescindible realizar un mantenimiento frecuente
de los bebederos (lo ideal es uno por cada 10 cerdos, cuando están
mantenidos en grupo) y comprobar si funcionan correctamente, y si el
flujo de agua es adecuado (1.4 L. /minuto), lechones de 30 Kg.; de 1-7
L. Para los de 30 de 70 Kg. y de 2 L. /minuto en las cerdas lactantes.
• Maximizar el flujo de aire mediante el mantenimiento de los ventiladores existentes y, si es necesario, añadiendo ventiladores y abriendo las puertas y las ventanas. En interiores es aconsejable instalar un sistema de nebulización con programación de intervalos y en las horas de más calor en verracos, cerdas lactantes y gestantes. El enfriamiento por nebulización permite que los animales pierdan calor.
Temperatura sugerida en diferentes etapas de producción.
• Administrar electrolitos vía oral al estar expuestos y/o restablecer a los animales después de un estado de estrés y deshidratación como terapia de apoyo, como el uso de:
ELECTRODEX®, que ayuda a disminuir los efectos del choque de calor debido a la acción del ácido acetilsalicílico, que junto con el aporte de los electrolitos (sodio y potasio) previene los desequilibrios que pudieran existir al aumentar el consumo de agua; otro elemento que está incluido en el producto es el ácido ascórbico (vitamina C) que actúa como antioxidante, además de tener efecto inmunológico (aumenta la formación de anticuerpos y neutrófilos) y disminuir la merma en peso que se genera al mover a los animales al sacrificio de 24 o 36 horas antes. Dosis de 1 g. /L. de agua de bebida durante 5 días consecutivos.
EVITEMP®, elaborado a base de Dipirona y paracetamol ayuda a disminuir la hipertermia del cerdo además de ser un potente analgésico. Se utiliza a razón de un sobre de 500 g. por cada 1000 L. de agua de bebida y se proporciona durante las horas de más calor.
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